PESADILLAS
Las Pesadillas nos alteran, nos incomodan pero debemos entenderlas ya que constituyen importantes mensajes de nuestra mente profunda.
Mensajes que podemos entender y elaborar para conseguir una mayor salud física y emocional.
Por qué DARLES IMPORTANCIA
Las pesadillas suelen incomodarnos, despertar miedos y dejarnos una sensación de inquietud al abrir los ojos. Por eso, muchas veces tratamos de olvidarlas cuanto antes. Sin embargo, lejos de ser un simple “mal sueño”, las pesadillas cumplen una función esencial: ponen en escena aquello que el inconsciente necesita mostrar.
Cada pesadilla es como una alarma simbólica: nos enfrenta a emociones que quizá en la vigilia evitamos reconocer —ansiedad, inseguridad, culpa, pérdidas, miedos— y las transforma en imágenes intensas, imposibles de ignorar.
Al prestarles atención, descubrimos que:
Nos hablan de conflictos internos que requieren ser comprendidos.
Nos muestran temores profundos que buscan ser integrados.
Nos ofrecen la oportunidad de sanar heridas emocionales que todavía resuenan en nosotros.
Darle importancia a las pesadillas no significa temerlas, sino escucharlas como un lenguaje del alma. En vez de huir, podemos preguntarnos: ¿Qué quiere decirme esta imagen? ¿Qué parte de mí necesita ser reconocida?
Las pesadillas, en última instancia, son llamadas de atención del inconsciente, y cuando las interpretamos con respeto y sensibilidad, se convierten en aliadas en nuestro camino de autoconocimiento y transformación.
CAUSAS
. Zona de descanso no apropiada: contaminación lumínica, acústica y olfativa, poca ventilación del espacio...
. Dormirse con música, cine agresivo o cualquier estímulo que pueda alterarnos especialmente
. Carencia de vitaminas y minerales
. Indigestión
. Tensión física
. Enfermedad con fiebre
. Cierto consumo de fármacos
. Abuso o adicción a drogas
. Trastornos del sueño como apnea, parálisis...
. Estrés puntual o de fondo
. Preocupaciones puntuales o asentadas tales como neurosis menores o mayores
. Acontecimiento traumático no resuelto
. Trastornos psíquicos importantes tales como depresión, esquizofrenia...
CÓMO RESOLVERLAS
Las pesadillas no son enemigas: son mensajes del inconsciente que se disfrazan de imágenes intensas para captar nuestra atención. Resolverlas no significa hacerlas desaparecer de un día para otro, sino escuchar su lenguaje y transformarlo en comprensión.
ALGUNAS CLAVES PARA TRABAJAR CON ELLAS
Recordarlas y escribirlas
Al despertarnos, anotarlas tal como las recordamos. Ponerlas en palabras ya comienza a disminuir su fuerza y a darnos perspectiva.
Explorar sus símbolos
Preguntarnos qué representa cada elemento: ¿qué significa para mí esa persecución, ese lugar, esa figura? Las pesadillas suelen condensar emociones que evitamos en la vida diaria. Recuerda tener en cuenta la Simbología Personal y la Simbología Colectiva.
Identificar la emoción central
Más allá de las imágenes, la pesadilla nos muestra una emoción intensa: miedo, angustia, vulnerabilidad. Reconocerla es el primer paso para integrarla.
Dialogar con el sueño
Podemos imaginarnos de nuevo en la pesadilla, pero esta vez preguntando a los personajes o a la situación: ¿Qué quieres mostrarme? Esta práctica convierte el miedo en aprendizaje.
Traerlo a la vida consciente
Lo que aparece en las pesadillas no pertenece solo al mundo onírico: señala algo de nuestra vida que necesita atención, cuidado o resolución.
Cuando nos abrimos a comprenderlas, las pesadillas dejan de ser un tormento nocturno y se transforman en guías para el autoconocimiento y la sanación interior.
TEST DE PESADILLAS
Tras muchos años investigando mis pesadillas, las de mis pacientes, alumnos y amigos he creado un TEXT mediante el cual podré contarte cosas importantes sobre ti y como enfocarte en cambiar aquello que desees
